Energías renovables en redes viarias (autoed., 2023)
Las carreteras son grandes infraestructuras artificiales que ocupan miles de kilómetros cuadrados sobre los que inciden el sol y el viento, recursos que podrían ser masivamente aprovechados mediante la instalación de paneles fotovoltaicos y aerogeneradores en los aledaños de las vías o sobre ellas. Con esta medida se genera electricidad de origen renovable a gran escala evitando el gran problema de las megacentrales convencionales: la necesidad de enormes superficies.
Ello significa que las regiones pueden apostar por su autonomía energética sin renunciar a sus territorios ni al valor natural, agrícola, histórico o turístico de los mismos. Además, de este modo las propias carreteras pueden suministrar energía a la creciente flota de vehículos eléctricos, reduciendo la posibilidad de que el precio de la electricidad aumente debido a la demanda de este nuevo tráfico. Estas y otras ventajas se discuten en esta obra de modo cualitativo, a lo largo de 17 capítulos y más de 130 imágenes.
Convertir las redes viarias en fuentes de electricidad limpia y distribuida puede contribuir a la autosuficiencia energética de los territorios y a prepararlos para afrontar las crisis energéticas que se avecinan. La decadencia o encarecimiento del petróleo y las inestabilidades geopolíticas nos obligan a adoptar medidas audaces para garantizar nuestro suministro energético antes de que los acontecimientos se precipiten y nos veamos, nosotros o nuestros hijos, en mitad de la escasez
La lengua europea común (Círculo Rojo, 2022)
En el siglo XX, una Europa fracturada por los nacionalismos y las guerras comenzó a luchar por el viejo sueño de un continente unido y en estado de paz «perpetua», como diría Kant. Pero una unidad que no implique a los ciudadanos solo puede ser débil y coyuntural.
Según Ortega y Gasset, hay una sociedad paneuropea, pero se encuentra menos cohesionada que las sociedades nacionales. Esa falta de cohesión se debe, en buena medida, a la diversidad lingüística, que impide que los europeos se comuniquen con fluidez entre sí.
Una solución, apuntada por autores como Umberto Eco, puede ser la adopción de una lengua auxiliar común: por ser auxiliar, respeta la diversidad lingüística; por ser común, permite la comunicación internacional. La razón y los valores éticos europeos sugieren que debe tratarse de una lengua nueva planificada y adoptada por consenso. El esperanto ha demostrado la viabilidad del proyecto: una lengua auxiliar planificada es la mejor solución para la comunicación internacional porque reduce al mínimo el tiempo y el esfuerzo necesarios para su aprendizaje.
Las ventajas culturales, económicas y políticas de disponer de una lengua auxiliar común favorecerían su progresiva adopción, y la posibilidad de comunicarse con fluidez alimentaría entre los ciudadanos un sentimiento de afinidad paneuropea. Sobre ese sentimiento puede cimentarse una unidad europea que resista las coyunturas políticas y económicas adversas del futuro y que garantice la supervivencia de Europa y de sus valores para la posteridad.
El petróleo y su declive (autoed., 2021)
El desarrollo exponencial de nuestra civilización a lo largo del siglo XX se debió en buena medida a los petróleos convencionales, pero estos se encuentran en decadencia, según los informes de organismos como la Agencia Internacional de la Energía.
Esta obra revisa la importancia de este recurso y su progresivo declive en este siglo XXI. Describe, entre otras cosas, la industria petrolera, el papel del petróleo en conflictos bélicos que cambiaron el mundo, y su relación con el cambio climático. La falta de sustitutos claros, advertida por cada vez más analistas, se ilustra con el sector del transporte: todas las alternativas planteadas (biocombustibles, baterías eléctricas, hidrógeno…) se ven con un optimismo que ignora limitaciones energéticas y materiales básicas.
Según la Agencia Internacional de la Energía, el pico máximo de producción de petróleo convencional ocurrió en el año 2006. Actualmente se intenta satisfacer la demanda con los petróleos no convencionales, que ofrecen prestaciones muy inferiores. Es dudoso, por ejemplo, que puedan mantener a largo plazo la agricultura intensiva de la actualidad (necesaria para alimentar a un mundo superpoblado) y la flota de más de mil millones de vehículos sin la cual las ciudades, donde vive la mayor parte de la humanidad, se quedarían sin suministros. Por consiguiente, nuestro actual modelo de civilización es insostenible sin combustibles fósiles energéticos, baratos y abundantes, lo que abre un escenario lleno de incertidumbre para las próximas décadas.
Breve manual de lengua española (CCS, 2016)
Esta obra pretende ofrecer una introducción a los conceptos básicos de la gramática española. Puede ser de utilidad a profesores, estudiantes, o lectores interesados en conocer los fundamentos del español. El texto básico se complementa con más de 300 notas a pie de página que ofrecen información adicional y permiten profundizar en algunas peculiaridades de este idioma. Cuenta, además, con un apéndice dedicado a dos aspectos especialmente difíciles de dominar para extranjeros (los verbos ser y estar y el modo subjuntivo) y con otro adicional dedicado a la ortografía básica de esta lengua.
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Las carreteras y el fin de la era del petróleo (autoed., 2021)
Esta obra reflexiona sobre la posible obsolescencia de una parte importante de las redes viarias debido a la decadencia del petróleo convencional. Tras establecer el contexto histórico de las carreteras, su importancia y sus costes, se describe el gran impacto ambiental que provocan debido a la fragmentación de los hábitats naturales. A continuación, se revisan las alternativas que se barajan en el sector del transporte para sustituir al petróleo y se indica que podrían no ser suficientes. Por último, se aborda el problema del declive del petróleo a lo largo de este siglo, un asunto de plena actualidad.
En las conclusiones de la obra se ponen en cuestión las inversiones en unas redes viarias que podrían quedar infrautilizadas en las próximas décadas, y se advierte de un asunto aún más grave. La mayor parte de la población mundial reside en las ciudades, y en estas no se produce nada de lo que los humanos necesitamos para vivir, por lo que dependen del transporte para abastecerse. Pero el transporte, a su vez, depende casi totalmente del petróleo. La decadencia de este recurso significa, entonces, que las ciudades podrían encontrar dificultades cada vez mayores para abastecerse de los suministros básicos conforme avance este siglo XXI.
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